Cuando se acerca un periodo electoral, los partidos políticos deben organizar su campaña en función del presupuesto aportado por los afiliados, pero también de las subvenciones del Estado. Te contamos en este post cuánto cuestan las campañas electorales en nuestro país y cuánto dinero público se destina para ello.
Cada cuatro años los ciudadanos son convocados a las urnas para elegir a sus representantes políticos a nivel estatal, autonómico y local. Desde que se convocan los comicios hasta prácticamente el día anterior a los mismos, los partidos políticos dedican todos sus esfuerzos a dar a conocer a la ciudadanía sus propuestas. En ese camino hacia las elecciones, la campaña electoral es la protagonista.
Para que se pueda llevar a cabo es necesario establecer un presupuesto que defina qué cantidades se destinan a la contratación de personal, alquiler de espacios para mítines, desplazamientos, cartelería, dietas, papeletas y propaganda que se envía por correo.
Ante la imposibilidad de que los partidos políticos asuman este gasto tan elevado, aquellos con representación en el Congreso reciben un subsidio en función de los votos y escaños obtenidos en las anteriores elecciones en virtud de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General. Estas cantidades se suman a las subvenciones y gastos que aporta cada partido.
En las últimas elecciones generales, las de junio de 2016, el Boletín Oficial del Estado (BOE) estableció la cifra de 21.167,64 euros por cada escaño obtenido en el Congreso o en el Senado:
Dentro de esos gastos, el tradicional mailing constituye la parte de la campaña que más cantidades económicas requiere y el presupuesto destinado al mismo ha ido aumentando conforme se iban sumando nuevos partidos a las Cortes. Por ejemplo, el envío de publicidad pasó de los 38,4 millones de euros de las elecciones generales de 2011 a 49,2 millones de euros en las de diciembre de 2015.
La supresión del envío de propaganda y papeletas a domicilio en periodo de campaña se ha planteado en varias ocasiones, pero algunos partidos políticos entienden que la participación caería notablemente si los ciudadanos no reciben la información de la manera en que lo han hecho siempre.
Pese a ello, todos los partidos políticos han apostado por un tipo de campaña low cost en el que las redes sociales se han convertido en una herramienta más de difusión para comunicarse con los electores. Ese contacto se lleva a cabo de una forma más económica frente a las grandes inversiones en publicidad para marquesinas, vallas o luminosos.
Además, los partidos más jóvenes se apoyan también en las pequeñas cantidades que aportan sus afiliados a través del modelo del crowfunding. Así, los ciudadanos se sienten vinculados al proyecto y contribuyen a que las propuestas que defienden se den a conocer.
Habitualmente, los datos sobre el fitness and bodybuilding experts gasto de los partidos en campaña electoral se publican tras las elecciones. Esta información es facilitada por el Tribunal de Cuentas que, en el caso de las últimas elecciones generales, indicó que los cuatro grandes partidos destinaron el grueso del presupuesto a difundir publicidad y propaganda en las calles y en los medios de comunicación.
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