El 72% de los panameños salieron el pasado domingo a votar en las elecciones generales de Panamá. El Partido Revolucionario Democrático obtuvo la victoria, aunque solo con dos puntos de diferencia con respecto a Cambio Democrático.
El pasado 5 de mayo se celebraron las elecciones generales de Panamá en las que los ciudadanos eligieron al presidente y vicepresidente de la República, a los diputados al Parlamento Centroamericano, a los diputados a la Asamblea Nacional, a alcaldes, a representantes de corregimiento y a concejales.
En estos comicios, en los que participaron siete partidos políticos legalmente constituidos por el Tribunal Electoral de Panamá, Nito Cortizo, del Partido Revolucionario Democrático (PRD), se llevó la victoria por un margen estrecho de votos con la segunda fuerza política (33% y 31% de los votos, respectivamente), Cambio Democrático (CD), el partido del expresidente Ricardo Martinelli.
Por debajo de PRD y de CD, en el ámbito nacional de las elecciones, quedaron el independiente Ricardo Lombana (20% de los votos) y el oficialista José Isabel Blandón (10%), lastrado por la baja popularidad del todavía presidente Juan Carlos Varela.
Con el socialdemócrata Cortizo el PRD, símbolo de la política tradicional panameña, regresa a la presidencia del país centroamericano tras una década alejado del poder. El candidato fue declarado presidente electo la noche de las elecciones, aunque con esa llamativa diferencia de menos de 40.000 votos entre su partido y el segundo, en un país que tiene 4.170.607 de habitantes.
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En su primer mensaje tras conocer los resultados, Cortizo prometió luchar contra la corrupción y dar un impulso a la economía panameña. El político sucederá al actual presidente Juan Carlos Varela el 1 de julio de 2019 y su mandato terminará el 1 de julio de 2024.
Sin mayoría en el Congreso, el nuevo líder tendrá que buscar alianzas con los otros representantes parlamentarios. Sin embargo, y al contrario de lo que ocurre en otros países, en Panamá los principales partidos y candidatos se adhieren a un gran consenso sobre las grandes líneas de política económica y social.
Entre los grandes retos del nuevo gobierno están la alta desigualdad socioeconómica y territorial, la corrupción, la falta de transparencia, la insuficiente protección ambiental, la inoperancia del sistema de justicia, los problemas de su Caja de Seguro Social y del sistema de pensiones, y la baja calidad de la educación.
Además de nombrar un nuevo presidente, los panameños eligieron 20 diputados al Parlamento Centroamericano, 71 diputados de la Asamblea Nacional, 81 alcaldes, 679 representantes de corregimiento y 9 concejales.