MIGUEL JARAMILLO LUJÁN*. Los nuevos tiempos demandan nuevos liderazgos mucho más proclives a entender su forja desde variados ámbitos que trascienden la academia y se siembran a partir del contacto con el entorno, la comprensión de los nuevos retos del ser pero también de la percepción a partir del adecuado manejo de la marca personal con una claridad de la importancia de virtudes como la inteligencia emocional, el adecuado control a la labor, la configuración competente de su equipo de trabajo y la mirada puesta en los nuevos tiempos y sus desafíos. Hoy la realidad no diferencia entre el servidor de lo público y el servidor corporativo, ambos deben trabajar de manera articulada por fortalecer los valores ciudadanos y superar el relato populista y demagogo que ha sido la desgracia de muchos estados en América Latina.